Arxiu Històric del Socialisme Català

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Busquets i Bragulat, Juli

(16 maig 1932 - 21 juliol 2001)

En mi juventud, los cinturones de chabolas ofrecían un espectáculo visible e hiriente que concienció a muchas personas de mi generación (nací en 1932) e hizo que odiáramos a la dictadura. Después el estudio hizo que nos identificásemos con el socialismo.

Hoy la situación ha cambiado y España es una sociedad económicamente desarrollada. Pero el dolor humano y la injusticia social, aunque menos visibles, siguen existiendo: En el Tercer Mundo, habita un proletario exterior, cuya situación es aún peor que la de nuestros antiguos suburbios. Y en nuestro propio país existen bolsas de pobreza. Por ello la justicia social sigue siendo el primer objetivo del socialismo. Y no importa el que se trate de personas de otras naciones o culturas. Porque para el socialista, el internacionalismo es un signo de identidad. Y nuestra solidaridad prioritaria es con las víctimas de las injusticias sociales, sean quienes fueren y estén donde estén.

Evidentemente, existen otras causas de injusticia, contra las que el socialista ha de actuar. La vulneración de los derechos humanos, el reconocimiento de los nuevos derechos ( aborto, eutanasia,...), la eliminación de la discriminación y opresión de las minorías, la defensa del medio ambiente (que implica el derecho a la vida de las generaciones futuras), etc... son también objetivos del socialismo actual.

Por último opino que el socialismo, además de una forma de pensar, debe ser una forma de hacer política, el la que el rigor ético y la austeridad vayan unidos a una conducta clara, leal y honesta, contraria al desmedido afán de cargos y poder. Si así se hubiese actuado, no se habría dado el penoso espectáculo de corrupción de los últimos años. Para superarlo los socialistas debemos esforzarnos en regenerar y reformar nuestro partido.

Juli Busquets i Bragulat

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